miércoles, 19 de diciembre de 2012

El trabajo del entrenador de fútbol base como formador

El formador no tiene solamente la tarea de enseñar técnica y táctica desde las edades más tempranas (prebenjamines, benjamines, alevines, etc.), sino de educar en todos los parámetros relacionados con el deporte y la enseñanza (lo que incluye la educación en valores como el compañerismo o el respeto). 

No basta con ser formador, hay que ser un formador eficaz y eficiente, y eso significa disponer de los recursos necesarios (y saber ponerlos en marcha) para dotar y ofrecer a los niños las herramientas necesarias para alcanzar los objetivos propuestos. 



Un factor fundamental para ofrecer un buen aprendizaje está en saber qué comunicar, cuándo comunicarlo, y lo más importante, cómo comunicarlo. Las instrucciones eficaces son las que indican al jugador, de una manera clara, qué ha de hacer y cómo lo ha de hacer. Pautas a seguir: 

- Captar la atención de los jugadores, para que vean, escuchen y aprecien los gestos. 

- Proporcionar la información adecuada, informar de los objetivos que pretendemos conseguir con las tareas planteadas, utilizando las palabras justas (mucha información les puede saturar). 

- Proporcionar ejemplos claros (una imagen vale más que mil palabras). 

- Ofrecer el tiempo suficiente para la realización de las tareas. 

- Usar situaciones reales de juego. 

- Practicar habilidades y ejercicios complejos paulatinamente y por partes. 

Teniendo todos estos aspectos en cuenta, seremos capaces de llegar más fácilmente al niño, y serán ellos los que comprenderán y asimilarán con una mayor claridad la información que pretendemos dar. 


Miguel Ángel García "Aroca"

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