domingo, 16 de junio de 2013

Aprender a perder es importante, aprender a ganar también.

Apostaría a decir que prácticamente todo el mundo que está dentro del mundillo del fútbol (incluyo los aficionados) conoce una de las nuevas sensaciones del fútbol base español, los hermanos Obama, que juegan en las categorías inferiores del Atlético de Madrid (más concretamente en su equipo Infantil). 

Para el/la que no los conozca, unas pequeñas pinceladas: Fede y Salomón Obama, dos hermanos de procedencia africana que han revolucionado el fútbol base madrileño con su poderío físico, su velocidad y su habilidad con el balón en los pies (quizá esto menos). Han tenido bastante culpa en los últimos éxitos de algunos equipos base del club del oso y del madroño, como el campeonato en la división madrileña de categoría alevín en 2011, el Torneo Internacional Alevín o el Torneo de Arona.


Cambiando rápidamente de tema, pero siguiente en el mundillo del fútbol base. Como cada año por estas fechas, el club SD Juventud ha organizado el torneo Francisco de Goya. Sin duda, uno de los más pretigiosos en nuestra Comunidad Autónoma, y con un nivelazo en todas las categorías, haciendo hincapié en categoría infantil (este año han participado Osasuna, Atlético de Madrid, Real Madrid, Valencia CF, Real Zaragoza y SD Juventud). 

Hoy a las 20:00, tras una intensa jornada de partidos (muchos de los cuales se han retransmitido por Marca TV), se enfrentaban Real Zaragoza y Atlético de Madrid (el de los Obama). Ambos equipos se jugaban el pase a la final contra el Real Madrid, ya que ambos habían cosechado el mismo resultado ante el Valencia CF, victoria por 1-0. La temperatura perfecta (igual un poquito de calor) y una grada abarrotada de gente preparada para ver un partido de nivelazo.

Del partido poco mencionaré. Una primera parte con un Atlético lanzado hacia la portería maña y un Real Zaragoza tremendamente organizado (mis felicitaciones al entrenador y ex-portero del conjunto zaragozano, Raúl Valbuena), defendiéndose con uñas y dientes. Al descanso 0-0. En la segunda parte, el Atlético se adelanta rápidamente, pero el partido se equilibra gracias al buen hacer de los chavales de Valbuena. Al final estos chicos logran el premio del empate (tras un libre indirecto dentro del área rojiblanca). A partir de este momento, cualquiera de los dos equipos podía haber desequilibrado a su favor la balanza, pero el marcador no se movió (destacar un paradón del portero atlético y la última parada del portero maño, a bocajarro, con la que se llegaría al final del partido). De los Obama poco que destacar durante todo el encuentro, no llegando a las expectativas generadas por sus éxitos recientes. 

Conclusión, dos equipos empatados a todo en su intento de llegar a al final. Sorprendentemente, todo se iba a decir con... ¡UN LANZAMIENTO DE MONEDA AL AIRE! En las gradas no se mencionaba otra cosa, menuda manera más injusta de decidir un finalista. Otras personas comentaban que los más justo sería realizar una tanda de penaltys, aunque no deja de ser una lotería encubierta de fútbol. 

Capitanes junto a árbitro en el centro del campo, y con ellos representantes de cada uno de los equipos y un cámara, que no iba a perder detalle de tan polémico momento. Todo el mundo expectante, es una de esas cosas que se ve muy poco en el fútbol, y que se deberían de dejar de ver por el bien del fútbol. 

Moneda al aire y... para desilusión del equipo maño y de la afición allí congregada, "victoria" para el equipo rojiblanco. Tras este momento que tampoco dio para mucho, se suceden una serie de acontecimientos que nunca deberían de haber ocurrido, más aún teniendo en cuenta que es fútbol base y se supone que son chavales de categoría infantil. 

Segundos después de conocer el veredicto, el capitán, uno de los hermanos Obama comienza a soltar por su boca improperios de todos los tipos, formas y colores contra los jugadores y cuerpo técnico del Real Zaragoza, que se encontraban realizando estiramientos y ejercicios de recuperación. Los compañeros (incluyendo al otro hermano Obama), lejos de calmar a su camarada, le siguen el rollo e increpan no solo a los jugadores maños (insultos acompañados de gestos no muy educados), sino también a las personas de las gradas (se había empezado a escuchar los primeros silbidos).

Ante esta actitud y la pasividad del cuerpo técnico rojiblanco (que ha tardado bastante en reaccionar), la grada ha comenzado a silbar a la plantilla colchonera y a dedicarles cánticos del estilo "fuera, fuera". Los chavales del Atlético de Madrid, muy corteses ellos, no han dejado de soltar sapos y culebras (con acompañamiento gestual) hasta que se han escondido (sí, sí, escondido) en el vestuario. 

A pesar de todo este espectáculo, destacar el comportamiento de la plantilla del Real Zaragoza y de su cuerpo técnico, que no han caído en ningún momento (ni ha habido ni siquiera intento) en las provocaciones rivales. Felicitar a Raúl Valbuena y a su equipo, por todo lo mostrado tanto dentro como fuera del campo, no todo es ganar. 


Y por último, una breve reseña al equipo del Atlético de Madrid (que mañana se enfrentará al Real Madrid en la final del Torneo Goya), y a los hermanos Obama (iniciadores de todo el incidente). Aprender a ganar parece fácil pero no lo es, vosotros que se supone que sabéis ganar, habéis demostrado todo lo contrario. Habéis faltado el respeto a un equipo contrario y a toda una afición que ha visto vuestro partido con una atención increíble. Es de bien nacidos ser agradecidos, vosotros, infantiles del Atlético de Madrid, nos habéis demostrado todo lo contrario. No sabéis ganar, ni me quiero imaginar qué haréis cuando perdáis. 

Sois aún jóvenes y os queda mucho que aprender, pero hoy ha quedado demostrado que no habéis aprendido nada positivo de jugar en un club con representación en Primera División (dejando de un lado lo futbolístico). Hoy habéis manchado la imagen de un gran club, tenéis que ser más conscientes de lo que representais. 

Espero no volváis a ser invitados al Torneo Goya, no estáis a la altura del torneo y de los demás equipos, que han competido limpiamente durante toda la jornada. 

4 comentarios:

  1. No se si te constara pero el Real Zaragoza se negó a efectuar los tiros de penalti por lo cual se efectuo el sorteo. El sorteo lo hizo la directiva del Juventud. No se si el Zaragoza se veia tan inferior como para no tirarlos

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  2. Por fin el Madrid le dio su merecido.Cualquiera pasa a la final por una moneda al aire....pero la culpa del Zaragoza por negarse a tirar penaltys.

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  3. Pues si el Zaragoza se negó, probablemente fuese porque conocía bien el reglamento del torneo (http://torneogoya.com/torneogoya/Reglamento.html):
    "En última instancia, caso de permanecer la igualdad, se efectuara un sorteo en presencia de los capitanes y delegados de los equipos implicados."

    Tal vez no sea lo más justo para dirimir un finalista, pero es lo que la organización había estipulado previamente. En todo caso un punto a sopesar y tal vez cambiar para futuras ediciones del torneo.

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  4. Todo el mundo dice que Raúl Valbuena, técnico del Real Zaragoza, se negó (aunque se le ofreció) a que se decidiera el partido mediante una tanda de penaltys.

    Pero en realidad no se negó a hacer una cosa, sino que se acogió a su derecho de resolver así el partido, puesto que el reglamente del Torneo Goya decía que el empate se debía deshacer con un lanzamiento de moneda a cara o cruz (creo que para el año que viene serán más previsores y cambiarán esta norma, que no tiene sentido alguno).

    Sea más cuestionable o menos, el entrenador del Real Zaragoza se acogió a un derecho que según mi opinión debería desaparecer del reglamento de este torneo. Él tendría sus preferencia y sus ideas, y pensó que igual así era mejor para su equipo.

    De todas maneras, esto no justifica para nada la patética actitud de los jugadores del Club Atlético de Madrid, que la tomaron con todo aquel que se les cruzó, incluyendo la grada, que solo estaba allí para presenciar un bonito partido. Y centrándome en los hermanos Obama, pagaron su discreto (discretísimo) partido con los aficionados... tienen que aprender aún.

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